domingo, 21 de diciembre de 2014

Silla del Moro o Castillo de Santa Elena



La Silla del Moro (esta denominación popular se dio a partir de 1810) o Castillo de Santa Elena, es un pequeño castillo de época nazarí, que formaba parte del sistema defensivo del Generalife y la Alhambra. 
 Fue construido en el siglo XIII, como parte de una cerca defensiva del Generalife, sobre el que se situaba. Quedó arruinado en el siglo XVII y no volvió a reconstruirse, hasta la actualidad.




Se sitúa en un extremo de la parte superior del Cerro del Sol, con vistas al valle del río Darro y a la ciudad. En su momento, formaba parte del sistema defensivo de la Dehesa del Generalife. Su función principal era el contro de la distribución de agua de la acequia hacia los palacios del Generalife y la Alhambra, y las huertas circundantes. Al parecer, estuvo conectado directamente con el palacio de Dar al-Arusa, del que se abastecía de agua, pues en 1929 se descubrieron restos de una conducción, escalera y torre, con fragmentos de bóvedas.


 En el siglo XX, sufrió diversas intervenciones negativas, con la finalidad de realizar sobre su obra, primero un mirador (1942), y después un restaurante (1966-1970), que llegó a constuirse aunque nunca entró en uso. 
En la década de 1980, la construcción añadida para el restaurante se vino abajo parcialmente, debido a su mala factura, tras lo que el Patronato de la Alhambra y Generalife, órgano gestor del recinto, acordó demoler el resto de añadidos y comenzar su restauración, finalizando en 2010. 


Cuenta la leyenda que Boabdil, el último rey nazarí, durante las rivalidades y contiendas por el reino frente a Muley Hacén y el Zagal se retiraba a una torre próxima a la Alhambra, más allá del Generalife. A aquel paraje de relax y meditación del nazarí se le denominó con el paso del tiempo la Silla del Moro, una atalaya que recordaba en su perfil la forma de asiento que observa desde su altura la ciudad.

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